¿Cuantos niños (padres) acuden a urgencias después de tragarse pilas de botón, baterías diminutas de juguetes, audífonos, calculadoras y muchos otros dispositivos?

Ingerir esas pilas tiene graves consecuencias, incluyendo quemaduras que dañan de forma permanente el esófago, desgarros en el tracto digestivo, y en casos extremos, incluso la muerte. Tras tragar una de dichas pilas, ésta empieza a interactuar con los líquidos de nuestro interior, creando una corriente eléctrica que produce hidróxido, un ion cáustico que daña los tejidos. El nuevo robot desarrollado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos permitirá extraer estos cuerpos extraños sin la necesidad de cirugía. Estos robots cuando son tragados se despliegan dentro del cuerpo, como una hoja de papel doblada, y vuelven a plegarse de manera diferente, adoptando la estructura deseada, como por papiroflexia rodeando al cuerpo extraño.